Julia Miranda propuso la creación de una subcomisión integrada por partidos políticos que deberá llegar a acuerdos que serán discutidos y votados en la plenaria de la Cámara, donde está pendiente el debate de su segunda ponencia. Quiénes integrarán esa subcomisión, clave que auguraría su éxito o fracaso.
La reforma a la salud volvió a estar en la agenda del Congreso esta semana, en medio de un debate sobre las finanzas del sistema que enfrentó de nuevo a EPS y al Gobierno Nacional. El proyecto hace su trámite en la plenaria de la Cámara, en donde se debe discutir su segunda ponencia. Si bien esta semana no se logró comenzar a debatir el contenido de fondo, una propuesta liderada por la representante Julia Miranda tiene el potencial de abrir un nuevo capítulo en esta larga discusión técnica y política.
Miranda presentó y logró que fuera aprobado por unanimidad la creación de una subcomisión integrada por los partidos que conforman la Cámara y que tendrá como finalidad, dice la propuesta, “la concertación de un texto que será el resultado de la elaboración de mesas de diálogo nacional que estarán abiertas a la participación ciudadana, política, organizaciones del sector y demás interesados, donde se garanticen los principios de participación, consenso y legitimidad de un proyecto tan importante para el país”.
Esto no quiere decir que el curso del texto en la plenaria se detenga. “El próximo martes habrá plenaria para debatir la reforma. Comenzará, supongo, por votación de impedimentos y después la mesa directiva de la Cámara tendrá que conformar la subcomisión. Esta deberá empezar a trabajar sobre los acuerdos a los que podamos llegar para presentar una ponencia en la que estemos de acuerdo”, le dijo Miranda a este periódico. Una subcomisión es básicamente un grupo que trabaja paralelamente al de la plenaria discutiendo temas e intentando llegar a acuerdos antes de que se llevan a discusión y voto en la plenaria.
Aún falta por aclarar quiénes serán los integrantes de esa subcomisión (de lo que dependerá su posibilidad de llegar a acuerdos), pero desde ya se prevé que haya presencia de congresistas críticos del proyecto y también de quienes lo han defendido hasta ahora. “La iniciativa surge porque el presidente llamó a un acuerdo nacional y se nos ocurrió que era una buena oportunidad para acogernos al llamado del señor presidente y que el mejor ejemplo de un consenso sería esta reforma a la salud”, dice Miranda.
No hay plazos ni tiempos establecidos para llegar a esos consensos entre partidos políticos que, hay que recordar, fueron imposibles cuando lo intentó la ex ministra Carolina Corcho y que provocaron el fin de la coalición de gobierno con la salida de los partidos de La U, Liberal y Conservador, organizaciones que seguramente querrán tener participación en la subcomisión. Esta decisión, sin embargo, fue celebrada por congresistas como Andrés Forero del Centro Democrático, crítico del proyecto desde su paso por la Comisión Séptima y quien escribió en su cuenta de Twitter: “Se enreda la pretendida “pupitreada””.
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La proposición de la representante del Nuevo Liberalismo fue aprobada unánimemente, a pesar de que, reconoció Miranda, no hubo una conversación ni con el Gobierno, el Ministerio de Salud o la bancada del Pacto Histórico. Martha Alfonso Jurado, representante por el Verde, por ejemplo y ponente del proyecto en la Comisión Séptima, reiteró que “la proposición de subcomisión que no solicita suspensión, ni subordina el trámite” de la reforma. Algo clave es que en este nuevo capítulo que se abre, algunos congresistas tienen la intención de volver a traer a la mesa debates como si el proyecto debe tramitarte como ley estatutaria o ley ordinaria, discusiones que se tuvieron muy al inicio y que el Gobierno ya cree superados.