Tras analizar los datos de más de 600.000 personas, un grupo de investigadores encontró que hay una relación entre el grupo sanguíneo y el riesgo de padecer un ataque cerebral antes de los 60 años. Sin embargo, advirtieron que este hallazgo no debe generar preocupaciones ni cuidados adicionales.
Los accidentes cerebrovasculares, también conocidos como ataques cerebrales o ictus, se producen cuando se detiene el flujo sanguíneo a parte del cerebro. Según MedlinePlus, un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, hay dos tipos de accidentes cerebrovasculares.
El primero de ellos, el más común con el 80 % de los casos, se conoce como isquémico y es producido por un coágulo de sangre que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro. El segundo tipo, el hemorrágico, se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra en el cerebro.
Ahora, una investigación, revela que el grupo sanguíneo de una persona puede estar relacionado con el riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular precoz o temprano, es decir, uno que se produce antes de los 60 años. La investigación, llevada a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), realizaron un metaanálisis de 48 estudios, que incluían a cerca de 17.000 pacientes que habían sufrido un accidente de este tipo y a otros 600.000 que nunca habían padecido de un ataque cerebrovascular.
Según Steven Kittner, uno de los autores principales del estudio y profesor en la Universidad de Maryland, “el número de personas con ictus tempranos está aumentando. Estas personas tienen más probabilidades de morir a causa de este evento potencialmente mortal, y los supervivientes se enfrentan potencialmente a décadas con discapacidad. A pesar de ello, apenas se han investigado las causas de los ictus tempranos”.
Por eso, un equipo de investigadores liderados por él, analizaron los cromosomas recogidos para ayudar a identificar variantes genéticas asociadas con un accidente cerebrovascular. Lo que encontraron, fue que existe una relación entre la zona del cromosoma que incluye el gen que determina el grupo sanguíneo y un ataque cerebral temprano.
En otras palabras, esto quiere decir que el riesgo de padecer un ataque de este tipo, varían de acuerdo a si una persona es del grupo sanguíneo A, AB, B u O. De hecho, encontraron que las personas con el tipo sanguíneo A tenían un riesgo 16 % mayor de sufrir un accidente cerebrovascular temprano que las personas con otros tipos de sangre.
Mientras tanto, quienes están en el grupo sanguíneo O tienen un riesgo de 12 % menos de sufrir un ictus respecto a las personas de otros grupos sanguíneos. “Aún no sabemos por qué el grupo sanguíneo A confiere un mayor riesgo, pero es probable que tenga algo que ver con los factores de coagulación de la sangre, como las plaquetas y las células que recubren los vasos sanguíneos, así como con otras proteínas circulantes, todas las cuales desempeñan un papel en el desarrollo de coágulos sanguíneos”, apuntó el investigador Kittner.
A pesar de los hallazgos, los investigadores advirtieron que el aumento del riesgo es modesto, por lo que las personas con sangre de tipo A no deben preocuparse por sufrir un accidente cerebrovascular temprano, ni someterse a pruebas médicas distintas de las convencionales. Los científicos también agregaron que hacen falta más estudios que incluya una población con mayor variación de poblaciones.