La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva directriz sobre los edulcorantes no azucarados, en la que desaconseja su uso para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT).
El documento de 90 páginas orientadas a exponer evidencia sobre el uso de edulcorantes sin azúcar, dirigida a una amplia audiencia involucrada en el desarrollo, diseño e implementación de políticas y programas en nutrición y salud pública.
La guía sustenta que esta directriz está enfocada en la prevención del aumento de peso no saludable y a la orientación de personas diagnosticadas con diabetes.
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Para la construcción del documento se analizaron artículos científicos de ensayos controlados aleatorios y estudios observacionales prospectivos, con los cuales encontraron que quienes consumían edulcorantes no azucarados fueron aumentando su peso corporal y su índice de masa corporal, en comparación con quienes no usaron endulzantes artificiales.
Los resultados de la revisión también sugieren que puede haber posibles efectos indeseables de su uso a largo plazo, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.
Según un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine, el consumo de bebidas endulzadas artificialmente aumentó del 12,5% al 19,0% entre 1999 y 2012.
Entre los edulcorantes no nutritivos más comunes se encuentran el acesulfamo-K, el aspartamo, el advantamo, los ciclamatos, el neotamo, la sacarina, la sucralosa, la estevia y los derivados de la estevia.
La recomendación no aplica a productos de higiene y cuidado personal que contengan edulcorantes no azucarados, como dentífricos, cremas para la piel y medicamentos, ni a los azúcares y alcoholes de azúcar (polioles) bajos en calorías.
Según un informe de la empresa de investigación de mercado Euromonitor International, el mercado de edulcorantes en América Latina creció un 3,5% en 2019.
La OMS anteriormente ya había resaltado el aumento en el uso de los edulcorantes no azucarados, publicando una revisión sistemática y un metanálisis de estas sustancias como una alternativa a los azúcares y se utilizan ampliamente tanto como ingrediente en alimentos y bebidas preenvasados como añadidos a alimentos y bebidas directamente por el consumidor.
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Lo que dice la evidencia científica de los edulcorantes
Una investigación de la revista ScieELO sobre el consumo de bebidas endulzadas artificialmente con edulcorantes no nutritivos y su relación con el desarrollo de Síndrome Metabólico y Diabetes Tipo 2 en Argentina, en el cual se concluyó que este tipo de bebidas no mostraron ser nutritivas ni ser sustancias metabólicamente inertes, siendo primordial y necesaria la educación para limitar su consumo y promover la ingesta de agua.
Desde el contexto de Chile, la Revista chilena de nutrición realizó la publicación de un artículo que ahondó sobre el tema, comentó que, con la evidencia actual, tanto epidemiológica como de estudios mecanísticos basados en modelos experimentales, hay una nula mejoría de los marcadores de adiposidad en pacientes con malnutrición por exceso y una potencial inducción de intolerancia a la glucosa.
En México, la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa en una investigación para su Revista De Educación En Ciencias E Ingeniería, reveló que el consumo regular de las bebidas endulzadas que contienen endulzantes no azucarados se asocia con aumento del consumo de alimentos, obesidad abdominal, resistencia a la insulina y/o intolerancia a la glucosa.
Asimismo, la investigación señala que se carece de estudios científicos sólidos que confirmen si realmente son beneficiosos para la salud, ya que la población mexicana necesita de estos conocimientos certeros y confiables, de todos los tipos de edulcorantes que se encuentran actualmente en el mercado esto para poder hacer una elección adecuada de ellos, dependiendo de sus necesidades.
Estrategias y leyes de edulcorantes sin azúcar en Latam
En Latinoamérica, el consumo de edulcorantes sin azúcar ha aumentado en los últimos años, lo que ha llevado a los gobiernos a implementar estrategias y leyes para controlar su consumo y garantizar la salud de la población.
En Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social, por medio de la Resolución 333 de 2011, ha establecido límites máximos de consumo de edulcorantes artificiales en alimentos y bebidas. Además, ha prohibido el uso de ciertos edulcorantes, como el ciclamato y la sacarina, debido a sus posibles efectos carcinogénicos.
En México, la Secretaría de Salud publicó el ACUERDO por el que se determinan los aditivos y coadyuvantes en alimentos, bebidas y suplementos alimenticios, su uso y disposiciones sanitarias, en el Anexo VII, se establece los límites máximos permitidos de ingesta diaria de edulcorantes no calóricos, como el aspartame, la sacarina, el acesulfame K, la sucralosa, el neotame y el ciclamato. Además, se establecen los requisitos de etiquetado y los procedimientos para la autorización de nuevos edulcorantes.
En Argentina, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ha prohibido el uso de ciertos edulcorantes, como el ciclamato y la sacarina, debido a sus posibles efectos carcinogénicos.